Biodanza
Biodanza es un sistema creado por el psicólogo y antropólogo chileno Rolando Toro (1924-2010), el cual consiste en inducir vivencias integradoras a través de la música, el movimiento corporal y el encuentro en grupo, las que estimulan potenciales humanos de afectividad, vitalidad, creatividad, sexualidad y trascendencia. Los efectos del Sistema Biodanza contribuyen a elevar la calidad de vida, a reforzar la identidad, a tener buenas relaciones con otros seres humanos y consigo mismo.
En su definición formal Biodanza ha sido explicada como un sistema de integración humana, de renovación orgánica, reeducación afectiva y reaprendizaje de las funciones originarias de la vida.
Las cinco líneas de vivencia que se trabajan en Biodanza son:
Afectividad: es un estado de afinidad profunda hacia otras personas, donde se originan sentimientos de amor, amistad, ternura. Se relaciona con el instinto de solidaridad dentro de la especie: los impulsos gregarios, las tendencias altruistas y los rituales de vinculación.
Vitalidad: es el potencial de la homeostasis, la autorregulación, la expresión genética y la armonía biológica. Se vincula a la capacidad de conectarnos con el ímpetu vital y con la alegría de vivir.
Creatividad: es el impulso de innovación frente a la realidad. Está vinculada al instinto de exploración y a la capacidad de renovación existencial. Permite desarrollar la más grande creación de todo ser humano: su propia existencia.
Sexualidad: se relaciona con el instinto sexual, el deseo y la disposición al placer. Se trata también de la capacidad de disfrutar de los placeres cotidianos y asumir el acto de vivir como un acto gozoso.
Trascendencia: es la superación de la fuerza del ego, es la función natural del ser humano de vinculación esencial con todo lo existente. La capacidad de conectarse con la esencia de las personas y con la unidad de la naturaleza.
En su sentido etimológico, Biodanza proviene de bios que significa “vida” y danza, entendida como “movimiento integrado pleno de sentido”: Biodanza, la danza de la vida. El primer conocimiento del mundo, anterior a la palabra, es el conocimiento a través del movimiento. En un sentido originario, la danza es un movimiento que surge de lo profundo del ser humano.
La Biodanza no propone un modelo de comportamiento, cada individuo que entra en contacto consigo mismo en un proceso de integración y al desarrollar una conciencia comunitaria, ofrece su propio patrón genético de respuestas vitales. La libertad individual se postula aquí como la forma adecuada de un desenvolvimiento interior de potencialidades innatas.
Biodanza, al proponer un proceso de integración y desenvolvimiento de cada individuo, postula una libertad y un respeto por éste. Concibiendo a la semilla humana como esencialmente buena, Biodanza ayuda a cada individuo a reconocer dentro de sí mismo ese impulso divino.